Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro,
y a veces lloro sin querer...

Plural ha sido la celeste
historia de mi corazón.
Era una dulce niña, en este
mundo de duelo y de aflicción...

Ríe, mi dulce bien: Dios en tu risa
puso el trino del ave,
los lánguidos murmullos de la brisa,
la nota triste y grave
del mar que muere en arenal desierto,
la música süave
de lejano concierto,
y el rumor de la gota transparente
que, en el cristal...