Puede una gota de lodo
sobre un diamante caer;
puede también de este modo
su fulgor oscurecer;
pero aunque el diamante todo
se encuentre de fango lleno,
el valor que lo hace bueno
no perderá ni un instante,
y ha de ser siempre diamante
...
Puede una gota de lodo pero aunque el diamante todo y ha de ser siempre diamante |
Este vetusto monasterio ha visto, A los que en su existencia solitaria, |
ALBERTO, en el propíleo del tiempo soberano |
Mis ojos miraban en hora de ensueños
la página blanca. Y vino el desfile de ensueños y sombras. |
La espiga.
MIRA el signo, sutil que los dedos del viento Hacen al agitar el tallo que se inclina |
De las eternas musas el reino soberano Tú tienes en tu canto como ecos de Oceano; |
A Navarro Ledesma
Rey de los hidalgos, señor de los tristes, |
Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo, Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto, |
¿Qué signo haces, oh Cisne, con tu encorvado cuello |
El varón que tiene corazón de lis, |