Las ranas en un lago cantaban et jugaban,
cosa non las nucía, bien solteras andaban,
creyeron al diablo que de mal se pagaban,
pidieron Rey a Don Júpiter, mucho gelo rogaban.
Envióles Don Júpiter una viga de lagar,
la mayor quel pudo, cayó en ese lugar:
el grand golpe del fuste fizo las ranas callar,
mas vieron que no era Rey para las castigar.
Suben...