• LOS JUGADORES

    Era Vicente hombre rico,
    en el juego se envició
    y en dos años se quedó
    sin un cuarto el pobre chico.

    Hoy, mísero y andrajoso,
    llora sus faltas Vicente,
    y al verle, dice la gente:
    –¡Qué perdido! ¡Qué vicioso!

    En cambio, el banquero Ponte,
    nacido en modesta cuna,
    adquirió su gran fortuna
    en la ...

  • ¡PAVOROSO PORVENIR!

    El otro día un pavo que se hallaba
    en la Plaza Mayor,
    con altivo ademán, a sus colegas,
    de este modo arengó:

    –«¡Amigos! ¡Ciudadanos!
    ¡Basta de sufrimiento!
    ¡Sonó por fin la hora
    de nuestra redención!
    ¡Lancémonos al campo!...

  • PLAN CURATIVO

    –¡Niña!
              –¡Mamá!
    –¿Qué te pasa?
    ¿No vienes a la novena
    –¡Ay, mamá, si no estoy buena!
    –¿Que no? Pues quédate en casa.
    –¿Y vas sola?
              –Claro está.
    –¡Yo lo siento!
              –No te apures.
    Es preciso que te cures.
    Acuéstate.
              –¡No, mamá!...
    –¿A ver, qué sientes?...

  • ¡PROSA! ¡PROSA!

    Es costumbre muy usada
    por algunos escritores,
    al dirigirse a su amada,
    hablar de los ruiseñores,
    de los ríos, de las flores...
    y por fin no decir nada.
           ¡Qué bobada!
    ¿Para qué esa tontería?
           ¡No, señor!
    ¡Menos, menos poesía,
    y más, mucho más amor!

                     -----...

  • PUNTUACIÓN

    (Contestación a una carta)

    Señora: perdone usted
    mi ruda descortesía,
    como yo le perdoné
    las faltas de ortografía
    que en su epístola encontré.

    ¡Señora, usted me ha ofendido!
    ¿Por qué conmigo se enfada
    y me insulta de corrido,
    ...

  • RASGO DE VALOR

             CUENTO VIEJO

    Un militar muy valiente
    –según propia confesión,–
    delante de mucha gente
    refería lo siguiente
    con vivísima emoción:

    –«El moro nos acosaba
    con furia desesperante;
    el gran O'Donnell dudaba,
    pero Prim que...

  • RETRATO A PLUMA

    Me mandas, caprichosa Dorotea,
    que te haga en un soneto tu retrato,
    y pues no soy ni descortés, ni ingrato,
    acepto gustosísimo tu idea.

    No soy de los que dicen que eres fea.
    ¡Quien lo diga es un necio, un mentecato!
    Yo probaré, cumpliendo tu mandato,
    que eres casi una Venus Citerea.

    Voy a empezar... Con el deseo...

  • TIO Y SOBRINO

                            I

    «Mi querido sobrino:
    Acabo de saber, con gran sorpresa,
    que estás para casarte con Teresa,
    la sobrina del juez de Pumarino.
    Tu sabes demasiado
    que el otoño pasado,
    ese juez, que es un tío muy grosero,...