• Dulcísima virgen, eres
    bella entre cuantas mujeres
    de rara belleza vi;
    ni en el bajo suelo hay cosas
    dignas, por puras y hermosas,
    de que las compare a ti.
    Jamás estrellas rivales
    de tus ojos celestiales
    en la tierra contemplé,
    ni les hallo semejantes
    entre los ojos distantes
    con que la Noche nos ve.
    Más blanca eres que la...

  • ¡Cuán vivamente anhelo
    contigo hallarme a solas, sin testigo!
    Mas apenas ¡ay cielo!
    un instante consigo
    quedarme solo faz a faz contigo;
    Súbitamente olvido
    ¡cuanto decirte mi pasión quería;
    en lánguido gemido
    fenece la voz mía;
    y tú me ves indiferente y fría!
    Empaña negra nube
    mis ojos, con tu luz deslumbradora;
    ora a mi...

  • I

    Contemplando callaba embelesado,
    feliz visitador, a dos doncellas,
    tan puras y graciosas como bellas,
    y bellas ambas en el mismo grado:
    mas, apenas llegaste, y el estrado
    alto asiento te diera en medio de ellas,
    como ante el sol se apagan las estrellas,
    así se oscurecieron a tu lado.
    que, como el mismo sol humanas teas,
    así...

  • Colúmpiase en el valle una azucena
    tan pura y tan galana
    como de abril la cándida mañana.
    El zumbador que la enamora tierno
    de su pudor y su beldad celoso,
    no se atreve a libar en su corola
    el néctar delicioso;
    del sustento es priva
    porque lozana y candorosa viva,
    y muriera contento
    gozando los perfumes de su aliento:
    ...

  • ¿No ves cuán pronto por la azul esfera
    el vuelo de las horas se desliza?,
    ¿no ves, amable Eliza,
    marchitarse al nacer las tiernas flores
    de la fugaz y alegre primavera?
    Pues ¡ay!, con más presteza
    nacen, desaparecen los amores,
    las gracias de la edad y la belleza.
    Feliz en todas partes
    quien con el grato estudio de las artes
    mezclando...

  • Semejas esculpida en el más fino
    hielo de cumbre sonrojado al beso
    del sol, y tienes ánimo travieso,
    y eres embriagadora como el vino.

    Y mientras: no imitaste al peregrino
    que cruza un monte de penoso acceso,
    y párase a escuchar con embeleso
    un pájaro que canta en el camino.

    Obrando tú como rapaz avieso,
    correspondiste con la trampa del...

  • ¡Feliz, Elpino, el que jamás conoce
    otro cielo ni sol que el de su patria!
    ¡Ay, si ventura tal contar pudiera...!

    Tú, empero, partes, y a la dulce patria
    tornas... ¡Dado me fuera
    tus pisadas seguir! ¡Oh! ¡cuán gozoso
    tu triste amigo oyera
    el ronco son con que la herida playa
    al terrible azotar del Océano
    responde largamente! Sí; la vista...

  • ¿POR qué doblegas la frente
    Con tan hondo sentimiento?
    ¿Por qué mustio, macilento,
    Tiene tu rostro el pesar?
    ¿Por qué, Elvira, tus miradas
    Son de duelo y amargura?
    ¿Por qué, Elvira, sin ventura,
    No sabes más que llorar?

    ¿En dónde está tu sonrisa
    Tan pura y tan hechicera?
    ¿Dónde van, ave parlera,
    Las notas de tu canción?
    ...

  • Desde el suelo fatal de su destierro
    tu triste amigo, Emilia deliciosa,
    te dirige su voz; su voz que un día
    en los campos de Cuba florecientes
    virtud, amor y plácida esperanza
    cantó felice, de tu bello labio
    mereciendo sonrisa aprobadora,
    que satisfizo su ambición. Ahora
    sólo gemir podrá la triste ausencia
    de todo lo que amó, y enfurecido...

  • No a tu soberbia y tu codicia sumas
    propicio aguardes el favor celeste,
    ni breve triunfo conseguir presuntas
    que poco esfuerzo a tu valor le cueste;
    como; vestida de ligeras plumas,
    te le dio un día la cobriza hueste,
    de estos mundos antigua moradora,
    cuyo infortunio el universo llora:
    La que opuso en la lid pecho desnudo
    y cuerpo que...