Arriates de amarantos hasta
el agradable palacio de Júpiter.
– ¡Sé que eres Tú, quien por aquí,
mezclas tu Azul, casi sahariano!
Luego, cual rosas y abetos solares
y lianas que tienen sus juegos cercados,
¡jaula de la viudita…!...
Arriates de amarantos hasta
el agradable palacio de Júpiter.
– ¡Sé que eres Tú, quien por aquí,
mezclas tu Azul, casi sahariano!
Luego, cual rosas y abetos solares
y lianas que tienen sus juegos cercados,
¡jaula de la viudita…!...
En la enramada que, florecida e incierta,
es verde estuche de oro recamado
de flores donde duerme el beso, alerta
y mirando el primor de su bordado,
sus ojos alocados el fauno ostenta;
muerden sus dientes en la flor de llamas,
y como un vino añejo es su sangrienta
boca al sembrar sus risas entre ramas.
Deja, al huir como la ardilla adusta,...
Juventud con pereza
a todo sometida,
por delicadeza
perdí hasta mi vida.
¡Que venga el tiempo donde
los corazones se corresponden!
Me dije: ¡ya deja!,
que no puedan mirarte:
y sin la promesa
de dichas gigantes.
¡Que no puedan pararte,
del retiro apartarte!
Esperé tanto tiempo,
que ahora sólo olvido;
temores,...
Lejos de pájaros, de aldeanas, de rebaños,
¿Qué bebía, de hinojos en aquella maleza
Circundada de tiernos boscajes de avellanos,
Entre la bruma tibia y verde de la siesta?
¿Qué podía beber en ese joven río,
-¡Olmos sin voz, cielo oscuro, césped sin flor!
En gualdas cantimploras, sin mi choza querida?
Haciéndome sudar, algún áureo licor
Parecía...
Yo sentí al descender los impasibles Ríos
que ya no me sirgaban mis conductores rudos;
de blanco a pieles-rojas chillones y bravíos
sirvieron en los postes, clavados y desnudos.
Por las tripulaciones nunca tuve interés
y cuando terminó la cruel algarabía,
a mí, barco de trigo y de algodón inglés,
me dejaron los Ríos ir adonde quería.
Bogué en...
Mi triste corazón babea a popa,
mi corazón lleno de caporal:
le escupen chorros de sopa,
mi triste corazón babea a popa:
entre las burlas de la tropa
que suelta una risa general,
mi triste corazón babea a popa,
mi corazón lleno de caporal.
Itifálicos y soldadescos,
sus insultos lo han depravado.
Por la tarde dibujan frescos
...
Mi corazón babea y popa
de asco al cuartel y al caporal.
Le echan cucharadas de sopa.
Mi corazón babea y popa,
entre las chanzas de la tropa,
bajo una risa general.
Mi corazón babea y popa
de asco al cuartel y al caporal.
Itifálicos, soldadescos,
sus insultos le han depravado.
Por la tarde dibujan frescos
itifálicos,...
En su retiro de algodón,
con suave aliento, duerme el aura:
en su nido de seda y lana,
el aura de alegre mentón
Cuando el aura levanta su ala,
en su retiro de algodón
y corre do la flor lo llama
su aliento es un fruto en sazón.
¡Oh, el aura quintaesenciada!
¡Oh, quinta esencia del amor!
¡Por el rocío enjugada,
qué bien me...