• Silenciosa y eternamente va a nuestro lado,
    con paso sin rumor, enigmático y ledo,
    grávido de misterios el rostro enmascarado,
    seguido del horror, la tiniebla y el miedo.

    Pasan las horas dulces en cortejo rosado,
    y sonríen. Yo intento sonreír... y no puedo,
    porque, al saberme siempre por ella acompañado,
    como quien ve un abismo súbitamente quedo....

  • Convaleciente de aquel mal extraño,
    para el que sólo tú sabes la cura,
    como un fugado de la sepultura
    me vio la tarde, fantasmal huraño.

    Segó mis dichas la Malaventura
    como inocente y cándido rebaño
    y bajo la hoz de antiguo desengaño
    agonizaba mi fugaz ventura...

    Cual destrenzada cabellera cana
    la llovizna ondeó tras la ventana...
    Y...

  • QUISO Dios y bajando conmovida
    El alma á disfrutar humana suerte,
    Vino á abrazar á la materia inerte
    En la remota inmensidad perdida.

    De ese abrazo de amor nació la vida.
    De otro abrazo de amor nace la muerte.

  • Al fin, una pulmonía
    mató a don Guido, y están
    las campanas todo el día
    doblando por él: ¡din-dan!
    Murió don Guido, un señor
    de mozo muy jaranero,
    muy galán y algo torero;
    de viejo, gran rezador.
    Dicen que tuvo un serrallo
    este señor de Sevilla;
    que era diestro
    en manejar el caballo,
    y un maestro
    en refrescar...

  • I
    Los últimos vencejos revolean
    en torno al campanario;
    los niños gritan, saltan, se pelean.
    En su rincón, Martín el solitario.
    ¡La tarde, casi noche, polvorienta,
    la algazara infantil, y el vocerío,
    a la par, de sus doce en sus cincuenta!

    ¡Oh alma plena y espíritu vacío,
    ante la turbia hoguera
    con llama...

  • CENTURIÓN
    Voy a contarle Baliente,
    que por poco mi peyejo
    en un cañadón lo dejo
    dijuntiao por un Teniente,
    que sirve con la otra gente
    y me quiso madrugar,
    saqué el cuerpo, por parar
    el golpe y pelé mi corbo,
    y en menos que se echa un sorbo
    pa el otro mundo jue a dar.

    BALIENTE
    ¿Cómo jue eso don José?

    CENTURIÓN...

  • Fanciullo era un admirable bufón, casi un amigo del príncipe. Mas, para las personas consagradas a lo cómico por profesión, lo serio tiene atractivos fatales, y por raro que pueda parecer que las ideas de patria y de libertad se apoderen despóticamente del cerebro de un histrión, un día Fanciullo tomó parte en cierta conspiración tramada por algunos señores descontentos.

    En todas partes...

  • Muda nodriza, llave de nuestros cautiverios,
    ¿oh, Tú, que a nuestro lado vas con paso de sombra,
    Emperatriz maldita de los negros imperios,
    cuál es la talismánica palabra que te nombra?

    Punta sellada, muro donde expiran sin eco
    de la humillada tribu las interrogaciones,
    así como no turba la tos de pecho hueco
    la perenne armonía de las constelaciones...

  • Enseñé, no me escucharon;
    escribí, no me leyeron;
    curé mal, no me prendieron;
    maté, no me castigaron.

    Si con morir satisfice,
    ¡Oh Muerte, quiero quejarme!
    Bien pudieras perdonarme
    por los servicios que te hice.

  • Ayer en una fonda disputaban
    de la chusma que dramas escribía,
    cuál entre todos el peor sería;
    unos Moncín, Comella otros gritaban.
    El más malo de todos, uno dijo,
    es Volter traducido por Urquijo.