¡Alza su tersa frente,
Juventud Filipina, en este día!
¡Luce resplandeciente
Tu rica gallardía,
Bella esperanza de la patria mía!

Vuela, genio grandioso,
Y les infunde noble pensamiento,
Que lance vigoroso,
Más rápido que el viento,
Su...

Poet: José Rizal

¡Y tu pureza sufres que corrompa
y empañe tu beldad frase extranjera,
y te arrebate tu nativa pompa,
Oh reina de las lenguas altanera!
Más resonante que guerrera trompa,
más manejable que la blanda cera,
más dulce que la miel y la ambrosía,
brillante...

Como del fondo mismo de los cielos
el sol eterno rutilante se alza,
como el seno turgente de una virgen
al fuego de la vida se dilata:
Así radiosa,
y así gallarda
se levantó del mar donde yacía
la exuberante tierra americana.
Como prende su...

¡O locura mundana, que te admiras
quando en estatua al Santo Bruno miras,
y vanamente tu saber se apura
por imitar en algo la escultura!

¿Por que, por que no acudes
á ver del prototipo las virtudes,
y con ellas te incitas
á seguir sus pisadas, y le...

    Tú, que rigiendo de la noche el carro,
 Sus sombras vistes de cambiantes bellos,
 Dando entre nubes -que en silencio arrollas-
          Puros destellos,
    
    Para que mi alma te bendiga y ame,
 Cubre veloz tu lámpara importuna...
 Cuando...

    ¡Sol del que triste vela!
    ¡Astro de lumbre fría,
 Cuyos trémulos rayos, de la noche
 Para mostrar las sombras sólo brillan!
    
    ¡Oh, cuánto te semejas
    De la pasada dicha
 Al pálido recuerdo, que del alma
 Sólo hace ver la soledad...

Duerme el anchuroso suelo;
mas con tristeza importuna
yo solo gimiendo velo;
y tú, solitaria luna,
velas también en el cielo.
Y me parece que, en tanto
que los ojos fijo en ti,
tú me miras desde allí,
y al ver mi copioso llanto,
te compadeces...

A LA LUNA

I

 ¡Con qué pura y serena transparencia
  Brilla esta noche la luna!
A imagen de la...

CELESTE luminar, muda viajera
Que cruzas por la esfera
Inundando de luz el ancho mundo.
Al admirarte en tu tranquilo vuelo,
El entusiasmo ardiente
Arranca del laúd dulce sonido,
Y á tí se eleva mi abatida frente.

¡Salve, espléndida Luna,
...

Salve, lumbrera bella de la callada noche,
henchido de entusiasmo te mira el corazón,
vertiendo placentera desde tu excelso coche
consuelos al que gime y al bardo inspiración.

El pecho palpitando de gozo y alegría
te ofrece enardecido sus cánticos de amor,...