Carmen a Rafael

Hoy que santo deber de ti me aparta,
perdona, dulce dueño de mi vida,
si a los fríos renglones de una carta
confío mi postrera despedida.
No es bien que verte mi valor presuma:
huyo tu vista, es consejo sabio
que te declare la...

¡Al fin te miro, oh del divino Sancio
cuadro sublime, ni al Tabor segundo,
Pasmo, no de Sicilia, mas del mundo;
donde rendido al humanal cansancio,
se ve doblar en tierra la rodilla
al Dios de quien espántase el profundo
y a quien la suya el querubín humilla!...