Oscar Wilde

  • Liliom-lány, e földre nem való,
    lágy barna haj takarja el fülét,
    szemében könnyektől fakóbb a kék,
    akár eső-függöny mögött a tó.

    Vágy bélyege arcán nem látható,
    bezárja - csóktól tartva - ajkait,
    nyaka galamb-fehérséggel vakít,
    ere: márvány-mezőn...

  • Set in this stormy Northern sea,
      Queen of these restless fields of tide,
    England! what shall men say of thee,
      Before whose feet the worlds divide?

    The earth, a brittle globe of glass,
      Lies in the hollow of thy hand,
    And through its heart of...

  • Cuidado; ella viene
    debajo de la nieve,
    ¡Susurra!, que escucha,
    creciendo margaritas

    Vivo pelo de oro,
    con la mancha muerto,
    de quien joven y bella,
    en el polvo cayó.

    Blanco de nieve, lirio,
    por poco no supo,
    que era una mujer; miro,...

  • Y el silencio reinaba en la Casa del Juicio, y el hombre compareció desnudo ante Dios.

    Y Dios abrió el libro de la vida del hombre.

    Y Dios dijo al hombre:

    -Tu vida ha sido mala y te has mostrado siempre cruel con los que necesitaban socorro y con los que carecían de apoyo....

  • Desde su infancia le habían inculcado, como a cualquiera, el perfecto conocimiento de Dios, y hasta cuando era niño, muchos santos así como ciertas santas mujeres que vivían en la libre ciudad, donde él nació, habíanse quedado atónitos ante sus respuestas graves y sabias.

    Y cuando sus...

  • Y cuando las tinieblas cayeron sobre la tierra, José de Arimatea, después de haber encendido una antorcha de madera resinosa, descendió desde la colina al valle, porque tenía que hacer en su casa.

    Y arrodillándose sobre los pedernales del Valle de la Desolación, vio a un joven desnudo,...

  • Era de noche y estuvo Él solo. Y vio desde lejos las murallas de una vasta ciudad y se acercó a ella.

    Y cuando estuvo muy cerca oyó el jadeo del placer, la risa de la alegría y el sonido penetrante de numerosos laúdes. Y llamó, y uno de los guardianes de las puertas le abrió.

    Y...

  • Cuando Narciso murió, el río de sus delicias se transformó de una copa de agua dulce en una copa de lágrimas saladas, y las Oréades vinieron llorando por los bosques a cantar junto al río y a consolarle.

    Y cuando vieron que el río habíase convertido de copa de agua dulce en copa de...

  • Un día nació en su alma el deseo de modelar la estatua del «Placer que dura un instante». Y marchó por el mundo para buscar el bronce, pues sólo podía ver sus obras en bronce.

    Pero el bronce del mundo entero había desaparecido y en ninguna parte de la tierra podía encontrarse, como no...

  • Desde un ángulo oscuro de mi estancia, durante más tiempo del que puedo imaginarme, una Esfinge bella y silenciosa me acecha a través de las tinieblas ondulantes. Intangible y quieta, no se alza ni hace el menor movimiento. Poco le importan las lunas de plata y los soles remolinantes. En el aire...