¡Viva, te amé tanto, tanto!
Muerta, te amo mucho más;
mañana, resucitada...
¡cómo te pudiera amar!
Miguel Moreno
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¡Me asusto de mí mismo!
¡Yo quisiera esconderme en un abismo
más profundo que el mar!
¿La fosa, el polvo inerte?...
¡Mi muerte no es remedio de su muerte;
ansío más, aún más!Mi mal imponderable
pide de amor un piélago insondable;
pero éste, ¿en... -
¿Qué he perdido? ¡Mi lengua se resiste
a pronunciar el adorado nombre!
Corazón, ¿qué perdiste?
-Lo que más dulce en la pasión existe,
Señor, lo más querido para el hombre:
¡Una alma! ¡Esa alma tuya que me diste! -
Corazón enfermo
y alma amante y sola,
si cantar pudiera:
¡Ya tengo mi novia!...
¡Qué triste la vida,
qué lentas congojas
sin unos amores,
sin una paloma!
Cualquiera, a los veinte,
vive en la memoria
de una rubiecita
cándida y... -
-Escribanillo, di, ¿qué
escribes sobre las aguas?
-¡Ay, niña, estoy dando fe
del juramento que acaba
de hacerte el joven que aquí
te espera tarde y mañana!
-¿Es posible? Pero allí
yo no veo escrito nada.
-Así no verás, Leonor,
que él te... -
Tendido sobre una roca,
orillas del Macará,
caída el ala del sombrero,
melancólica la faz,
macilento y pensativo
un bello joven está,
que, así le dice a un correo
de Cuenca, lleno de afán:
-Correo que vas y vuelves
por caminos del Azuay,... -
¿Quién es aquel que tétrico
y solitario vive
en las riberas áridas
de ese desierto mar,
y que con mano trémula
sobre la arena escribe?
¿Por qué le miro pálido
alguna vez llorar?Es él, poeta lírico
de corazón ardiente,
que sueña con... -
I
Apenados, sollozantes,
Ella y Él, no muy distantes
de hinojos, junto al altar,
están rezando anhelantes
a la Virgen del Pilar.Mas, quién al verlos creyera,
que tan contrapuesto fuera
lo que cada uno le pide;
Él pide que Ella le... -
-En ti tan sólo pienso,
sólo por ti suspiro;
te sueño cada noche:
¡yo te amo, dueño mío!-¡Calla, niña, no lo oigan
a muerte o el olvido!
¡Calla! ¡Lo sepan sólo
tu corazón y el mío!... -
¡Qué de cantos se principian
para no ser terminados,
porque se entristece el alma
y el corazón desmayado
las alas pliega, cual madre
que agotó todo su llanto!
Tú lo entiendes, lo has sentido,
y dices muy bien, hermano:
«Son como telas de araña...