Manuel Acuña

  • Si tu alma pura es un broche
    que para abrirse a la vida
    quiere la calma adormecida
    de las sombras de la noche;

    Si buscas como un abrigo
    lo más tranquilo y espeso,
    para que tu alma y tu beso
    se encuentren sólo conmigo;

    Y si temiendo en tus huellas...

  • ¡Qué triste es vivir soñando
    en un mundo que no existe!
    Y qué triste
    ir viviendo y caminando,
    sin fe en nuestros delirios,
    de la razón con los ojos,
    que si hay en la vida lirios,
    son muchos mas los abrojos.

    Nace el hombre, y al momento
    se...

  • Aún era you muy niño, cuando un día,
    cogiendo mi cabeza entre sus manos
    y llorando a la vez que me veía
    "¡Adiós! ¡Adiós!" me dijo;
    "desde este instante un horizonte nuevo
    se presenta a tus ojos;
    vas a buscar la fuente
    donde apagar la sed que te devora;...

  • Junto a una pulquería
    cuyo título es "Los godos"
    disputaban dos beodos
    la tarde de cierto día.

    Yo pasaba por fuera
    de la taberna predicha,
    me detuve y por mi dicha
    oí la disputa entera.

    -Oiga, amigo, no me abroche
    tan horrenda tontería,...

  • Humanidad pigmea,
    tú que proclamas la verdad y el Cristo,
    mintiendo caridad en cada idea:
    tú que, de orgullo el corazón beodo,
    por mirar a la altura
    te olvidas de que marchas sobre lodo:
    tú que diciendo hermano,
    escupes al gitano y al mendigo
    ...

  • Un cielo azul de estrellas
    brillando en la inmensidad;
    un pájaro enamorado
    cantando en el florestal;
    por ambiente los aromas
    del jardín y el azahar;
    junto a nosotros el agua
    brotando del manantial
    nuestros corazones cerca,
    nuestros labios...

  • Aliento de la mañana
    que vas robando en tu vuelo
    la esencia pura y temprana
    que la violeta lozana
    despide en vapor al cielo:

    Dime, soplo de la aurora,
    brisa inconstante y ligera,
    ¿vas por ventura a esta hora
    al valle que te enamora
    y que...

  • Iba llorando la Ausencia
    con el semblante abatido
    cuando se encontró en presencia
    del Olvido,
    que al ver su faz marchitada,
    le dijo con voz turbada:
    sin colores,
    -"Ya no llores niña bella,
    ya no llores."

    Que si tu contraria estrella
    ...

  • Página en que la esfinge de la muerte
    con su enigma de sombrea nos provoca:
    ¿Cómo poderte descifrar, si es poca
    toda la luz del sol para leerte?

  • I

    Mañana que ya no puedan
    encontrarse nuestros ojos,
    y que vivamos ausentes,
    muy lejos uno del otro,
    que te hable de mí este libro
    como de ti me habla todo.

    II

    Cada hoja es un recuerdo
    tan triste como tierno...