A Santibáñez

Yo, aquel que la Academia no ha premiado, ni de Bouillón el bárbaro diarista, ni el bonazo Guarinos ha elogiado; cuando me pica soy también coplista, y enhilo a millaradas consonantes, cual pudiera el más diestro repentista. Que del seco Forner no los tajantes reveses me amendrentan; no el graznido de la chusma de cuervos discordantes. ¿Y quién a Vaca de Guzmán ha oído de Clío tañer la trompa sonorosa, que el disonante estruendo haya sufrido? Las Dríades que habitaban en la undosa margen de Henares, Columbano huyendo, dejaron su morada deliciosa; y mientras, en el Tormes con tremendo desapacible son grazna Berilo, y huyen las Ninfas el horrible estruendo. Ninfas que del dulcísimo Batilo oísteis la suave melodía, ¿dónde hallaréis contra Guerrero asilo? ¿Yo callar? ¿Y Trigueros cantaría las majas y Lerena y la Riada, con su insulsa y pesada grosería; y de Iriarte la musa siempre helada dramas tan regulares y tan fríos como La señorita mal criada? Pues ¿quién para escribir no cobra bríos, viendo que hasta Forner tiene ya fama, y de Huerta se loan los desvaríos? No más, que ya la cólera se inflama, ya la bilis rebosa a borbollones, y ya brotan mis ojos viva llama. Deja, amigo, que exhale en mis renglones la rabia, y más que contra mí vomite el bando de Forner mil maldiciones; que no estimo siquiera en un ardite su estúpida manada de escritores, por más que alce el ahullido, y que más grite. ¡Desventurado siglo, en que de amores Casal canta; Moncín y el ignorante Labiano de comedias son autores! ¿Y no quieres que esgrima la tajante espada de la mofa y la ironía contra turba tan necia y tan pedante? La adulación, la vil lisonja guía las plumas, y se premian los escritos que ostentan la más baja villanía. Los pensamientos nobles son proscritos antes de ver la luz, y sofocados de la santa verdad los libres gritos. Los libros a ministros dedicados (archivos de vileza y de mentira) por ellos los autores pensionados. ¿Pues quién esto contempla, y no se aíra? ¿Quién la literatura tan vilmente la ve humillada, sin enojo ni ira? Juraron mortal odio eternamente la ciencia, el desengaño iluminado, la potencia fiera y insolente. El libro al poderoso dedicado no contuvo jamás verdades duras, que a los que pueden siempre han disgustado. Derívase de fuentes tan impuras hoy la ciencia de España, ¿y esperamos ver sus aguas correr tersas y puras? ¡Oh cuán erradamente caminamos al templo de la Fama, si siguiendo de la vil protección las sendas vamos! Que tal vez la grandeza va tejiendo la red con beneficios, y cautiva la ciencia que escapar no puede huyendo. Busca el saber la libertad, y esquiva el trato con el rico potentado que frentes huella94 con la planta altiva. Al esclavo el pensar no le fue dado; Natura al que no hinca la rodilla al tirano, este don ha reservado. ¿Y de la vil canalla que se humilla al siervo de sus siervos, la ignorancia quieres tú que me cause maravilla? ¿Te admira que trasplanten de la Francia vocablos sin razón, y así amancillen de nuestro idioma patrio la elegancia? ¿Que por hurten escriban ellos pillen, Hago el amor, no estoy enamorado, Y que manden en jefe y no acaudillen? ¿Que escriban en estilo afrancesado tan confuso que siempre el pensamiento escurecido queda o embrollado? Bien merecen entrar también en cuento los pedantes secuaces del purismo, que carecen de gusto y sentimiento; que si Mena no dijo fanatismo reprueban esta voz, y escrupulosos buscan en Marïana panteísmo. Hay escritores fieles, y celosos observantes de plan y de unidades, y de reglas que siguen rigorosos; sujetos siempre a tales mezquindades hacen versos a estilo de gaceta, que maldicen del Pindo las deidades. Cual si pudiera hacer obra perfeta el autor de La niña mal criada, en despecho de Apolo hecho poeta; que por huir de Góngora la hinchada dicción, escribe trabajosamente epístolas en prosa mal rimada. Naturaleza y arte juntamente si no concurren, por ganar se afana el nombre de poeta vanamente. Mas calla ya, mi Musa; que la insana caterva de ridículos copleros si quieres extirpar, empresa es vana, y esgrimen contra ti ya sus aceros.

Collection: 
1788

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