La estrella mensajera

Al fin te asomas entre las nubes,
al fin te asomas y a verte voy...
Estrella mía que a oriente subes
¿qué tal te ha ido de ayer a hoy?

Toda la tarde lloviendo estuvo,
toda la tarde, para mi mal,
por las regiones del aire anduvo
rodando nieblas el vendaval.

¡Ah, no es posible que yo te diga
cuánto he sufrido, cuánto temí
que no pudieras, mi dulce amiga,
con este tiempo brillar aquí!

Tú eres el solo consuelo mío,
tú me recuerdas mi grato ayer,
tú eres mi sueño, mi desvarío...
Cuando me faltas no sé qué hacer.

A tu destello se alzan dos frentes
y se coronan de resplandor,
tú eres la cita de los ausentes...
¡Yo te bendigo, cita de amor!

Cuando no vienes, estrella, gimo;
tú eres mi solo, mi solo bien,
tú eres el beso que yo le imprimo
todas las noches sobre la sien.

Tu luz, calmando mi amargo duelo,
dentro de mi alma se hace canción;
tu luz, efluvio de flor de cielo,
trasciende a esencia de corazón.

---------------------------------------------------------------

Dime, Lucero, tú que la viste,
si la encontraste pensando en mí,
si estaba alegre o estaba triste...
Habla, Lucero... contesta, di.

Habla, Lucero; tu voz escucho.
¿Acaso estaba durmiendo ya?
¿Acaso estaba soñando mucho?
¿Leyendo un libro de amor quizá?

¿Quizá en un claro del bosque umbrío
cogiendo rosas para el placer
o en la ventana mirando el río,
mirando el río correr, correr?

¿Siguiendo la ola que en las riberas,
que en las riberas parece hablar,
y en las neblinas de las quimeras
dejando su alma volar, volar?

---------------------------------------------------------------

Cuando distantes los dos estemos
y eche la sombra su gran capuz,
allá en el éter nos juntaremos
al par mirando la misma luz.

Eso juramos cuando partiste,
cuando el destino nos separó.
Y hoy he sabido que no cumpliste...
La misma estrella me lo contó.

Collection: 
1873

More from Poet

  • La moza lucha con el mancebo
    -su prometido y hermoso efebo-
    y vence a costa de un traje nuevo.

    Y huye sin mancha ni deterioro
    en la pureza y en el decoro,
    y es un gran lirio de nieve y oro.

    Y entre la sombra solemne y bruna,
    yerra en el mate jardín,...

  • Al ver mi honda aflicción por tus desvíos,
    fijas en mi tu angelical mirada
    y hundes tus dedos pálidos y fríos
    en mi oscura melena alborotada.

    ¡Pero en vano, mujer! No me consuelas.
    Estamos separados por un mundo.
    ¿Por qué, si eres la nieve, no me hielas?...

  • Cuando a mis ojos tristes la alegre mariposa,
    como una flor errante discurre en el vergel,
    ¿por qué se me figura que es tu alma caprichosa
    que flota en la mañana y va de rosa en rosa
    bebiendo hasta saciarse rocío, esencia y miel?

    Cuando la tarde cae, cendal de...

  • I
    Pardas o grises, donde no musgosas,
    Tres tapias; y cuadrando el vergelillo,
    Reja oculta en verdor florido en rosas,
    Que son como de un ámbar amarillo.

    Césped. Un pozo con brocal de piedra,
    Lirios, Nardos, Jazmines, Heliotropos.
    Un copudo laurel que al...

  • Como viste ropaje tan leve
    me da pesadumbres,
    pues él filtra y enseña vislumbres
    de la carne de rosa y de nieve.
    ¡Y qué andar! La mocita se mueve
    con garbo de chula.
    Viene y va, y en la marcha modula
    un canto de líneas,
    y en las formas, apenas...