Él empieza donde acaban
Espacio y Tiempo: su faz
ve lo que es y lo que ha sido
y lo que siempre será.
La luz que hace su palabra
ningún viento apagará.
La mar le llama su brida
y su rienda el huracán.
Él solo, fuera del círculo
de todo vivir, está,
siendo final y comienzo,
razón y letra inicial.
Sus manos hilan los tiempos,
y su profunda verdad
—invisible al ojo humano—
siempre tiene un más allá.
Cuando atravieses los nueve
círculos de lo mortal,
hasta su presencia, todo
en ti será eternidad.