Agrio está el mundo,
inmaduro,
detenido;
sus bosques
florecen puntas de acero;
suben las viejas tumbas
a la superficie;
el agua de los mares
acuna
casas de espanto.
Agrio está el sol
sobre el mundo,
ahogados en los vahos
que de él ascienden;
inmaduro
detenido.
Agria está la luna
sobre el mundo;
verde,
desteñida;
caza fantasmas
con sus patines
húmedos.
Agrio está el viento
sobre el mundo,
alza nubes de insectos muertos,
se ata, roto,
a las torres,
se anuda crespones
de llanto;
pesa sobre los techos.
Agrio está el hombre
sobre el mundo,
balancéandose
sobre sus piernas:
A sus espaldas,
todo,
desierto de piedras;
a su frente,
todo,
desierto de soles,
ciego…