Ved que congoja la mía...

I Ved qué congoja la mía, ved qué queja desigual que me aqueja, que me crece cada día un mal teniendo otro mal que no me deja; no me deja ni me mata, ni me libra ni me suelta, ni me olvida; mas de tal guisa me trata, que la muerte anda revuelta con mi vida. II Con mi vida no me hallo, porque estoy ya tan usado del morir, que lo sufro, muero y callo, pensando ver acabado mi vivir; mi vivir que presto muera, muera porque viva yo; y muriendo fenezca el mal, como quiera que jamás no feneció yo viviendo. III Viviendo nunca podía conocer si era vivir yo por cierto, sino el alma que sentía que no pudiera sentir siendo muerto; muerto, pero de tal mano que, aun teniendo buena vida, era razón perderla, y estando sano buscar alguna herida al corazón. IV Al corazón que es herido de mil dolencias mortales, es de excusar pensar de verle guarido; mas de darle otras mil tales y acabar, acabar porque será menor trabajo la muerte que tal pena, y acabando escapará la vida que aun era fuerte para ajena. V Para ajena es congojosa de verla y también de oírla al que la tiene, pues ved si será enojosa al que, forzado, sufrirla le conviene; le conviene aunque no quiera pues no tiene libertad de no querer; y si muriere, que muera, cuanto más que ha voluntad de fenecer. VI De fenecer he deseo por el mucho desear que me fatiga, y por el daño que veo que me sabe acrecentar una enemiga; una enemiga tan fuerte, que en el arte del penar tanto sabe, que me da siempre la muerte y jamás me da lugar que me acabe. VII FIN Ya mi vida os he contado por estos renglones tristes que veréis, y quedo con el cuidado y daréis. No os pido que me sanéis, que, según el mal que tengo, no es posible; mas pido que matéis, pues la culpa que sostengo es tan terrible.

Collection: 
1460

More from Poet

  • I Ved qué congoja la mía, ved qué queja desigual que me aqueja, que me crece cada día un mal teniendo otro mal que no me deja; no me deja ni me mata, ni me libra ni me suelta, ni me olvida; mas de tal guisa me trata, que la muerte anda revuelta con mi vida. II Con mi vida no me hallo, porque...

  • I Señora muy acabada: tened vuestra gente presta, que la triste hora es llegada de la muy solemne fiesta. Cuando yo un cuerno tocare, moveréis todas al trote, y a la que primer llegare, (sic) de aquí le suelto el escote. II Entrará vuestra merced, porque es más honesto entrar, por cima de una...

  • Mi saber no es para solo, dadme plazo hasta el martes, pues imos donde hay las artes que hablan, señor, del Polo. Mas de tal saber ayuno digo, sin acuerdo alguno, que debemos todos ir a vuestro mando cumplir señor, que no quede uno.

  • Los males que son menores de amor, es mi opinión que más y mayores son de los que de él son mayores; y el Dios de los amadores no da favor ni destierra cuando son merecedores; mas do la virtud se encierra, la gracia cobra más tierra.

  • Entre dos fuegos lanzado, donde amor es repartido, del uno soy encendido, del otro cerca quemado; y no sé yo bien pensar cuál será mejor hacer; dejarme más encender o acabarme de quemar: decid qué debo tomar.