A una dama burlada

Dueña de rubios cabellos, Tan altiva, Que creéis que basta el vellos Para que un amante viva Preso en ellos El tiempo que vos queréis; Si tanto ingenio tenéis Que entretenéis tres galanes, ¿Cómo salieron mal hora, Mi señora, Tus afanes? Pusiste gesto amoroso Al primero; Al segundo el rostro hermoso Le volviste placentero, Y con doloso Sortilegio en tu prisión Entró un tercer corazón; Viste a tus pies tres galanes, Y diste, al verlos rendidos, Por cumplidos Tus afanes. ¡De cuántas mañas usabas Diligente! Ya tu voz al viento dabas, Ya mirabas dulcemente, O ya hablabas De amor, o dabas enojos; Y en tus engañosos ojos A un tiempo los tres galanes, Sin saberlo tú, leían Que mentían Tus afanes. Ellos de ti se burlaban; Tú reías; Ellos a ti te engañaban, Y tú, mintiendo, creías Que te amaban: Decid, ¿quién aquí engañó? ¿Quién aquí ganó o perdió? Sus deseos tus galanes Al fin miraron cumplidos, Tú, fallidos, Tus afanes.

Collection: 
1828

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