En mis suenos de amor ¡yo soy serpiente! gliso y ondulo como una corriente; dos pildoras de insommnio y de hipnotismo son mis ojos; la punta del encanto es mi lengua...¡y atraigo como el llanto! soy un pomo de abismo. Mi cuerpo es una cinta de delicia, glisa y ondula como una caricia... Y en mis suenos de odio ¡soy serpiente! mi lengua es una venenosa fuente; mi testa es la luzbélica diadema, haz de la muerte en un fatal soslayo con mis pupillas; y mi cuerpo en gema ¡es la vaina del rayo! Si asi sueno mi carne, así es mi mente: un cuerpo largo, largo, de serpiente, vibrando eterna, ¡voluptuosamente! Tu amor, esclavo, es como un sol muy fuerte: jardinero de oro de la vida, jardinero de fuego de la muerte en el carmen fecundo de mi vida. Pico de cuervo con olor de rosas, aguijón enmelado de delicias tu lengua es. Tus manos misteriosas son garras enguantadas de caricias. Tus ojos son mis medianoches crueles, panales negros de malditas mieles que se desangran en la acerbidad; crisálida de un vuelo del futuro, es tu brazo magnífico y oscuro, torre embrujada de mi soledad.
Serpentina
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Porque haces tu can de la leona más fuerte de la Vida, y la aprisiona la cadena de rosas de tu brazo. Porque tu cuerpo es la raíz, el lazo esencial de los troncos discordantes del placer y el dolor, plantas gigantes. Porque emerge en tu mano bella y fuerte, como en broche de míticos diamantes el...
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