Nos sentamos orillas de los ríos
que undosos riegan la ciudad de Belo,
y a llorar nos pusimos sin consuelo
al recordarte, idolatrada Sión:
y de los tristes sauces lloradores
que le dan sombra, en los pendientes ramos
nuestras sonoras cítaras colgamos,
que hiera el aura leve en triste son.
Y cuando nuestros crudos opresores
nos dijeron: «...
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Nos sentamos orillas de los ríos
que undosos riegan la ciudad de Belo,
y a llorar nos pusimos sin consuelo
al recordarte, idolatrada Sión:
y de los tristes sauces lloradores
que le dan sombra, en los pendientes ramos
nuestras sonoras cítaras colgamos,
que hiera el aura leve en triste son.
Y cuando nuestros crudos opresores
nos dijeron: «... -
Agosto de 1920
(Vega de Zujaira)Dice la tarde:
"¡Tengo sed de sombra!".
Dice la luna: "Yo, sed de luceros".
La fuente...Yo escucho los cantos
de viejas cadencias,
que los niños cantan
cuando en coro juegan,
y vierten en coro
sus almas que sueñan,
cual vierten sus aguas
las fuentes de piedra:
con monotonías
de risas eternas,
que no son alegres,
con lágrimas viejas,
que no son amargas
y dicen tristezas,
tristezas de amores...