•  Así el entero día en largo, incierto
     sueño gimo; mas luego cuando aduna
     la noche las estrellas y la luna,
     frío el aire y de sombras ya cubierto,

     donde el llano es selvoso y más desierto
     lento entonces vagando, una por una,
     palpo las llagas que la vil fortuna
     y Amor y el mundo han en mi pecho abierto.

     Tal vez cansado, apoyo me da un...

  • ¡El duro son de hierro tornaré melodía
    para cantar tus ojos! —violetas luminosas—
    la noche de tu negra cabellera y el día
    de tu sonrisa, pura más que las puras rosas.

    Tú vienes con el alba y con la primavera
    espiritual, con toda la belleza que existe,
    con el olor de lirio azul de la pradera
    y con la alondra alegre y con la estrella triste.

    La...

  • ¡El duro son de hierro tornaré melodía
    para cantar tus ojos! —violetas luminosas—
    la noche de tu negra cabellera y el día
    de tu sonrisa, pura más que las puras rosas.

    Tú vienes con el alba y con la primavera
    espiritual, con toda la belleza que existe,
    con el olor de lirio azul de la pradera
    y con la alondra alegre y con la estrella triste.

    La...

  • Bastante tiempo, oh Rey, la refulgente
    Antorcha de Himeneo ardiste en vano,
    Y un sucesor al Trono inútilmente
    Esperó de tres Reinas el Hispano.
    Sí: salud a Cristina que esplendente
    Vino a partir tu solio soberano;
    Que ella es, Fernando, la que al Trono Ibero
    Dos veces le asegura un heredero.

  • Amada, en esta noche tú me has crucificado
    sobre los dos maderos curvados de mi beso;
    y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado,
    y que hay un viernesanto más dulce que ese beso.

    En esta noche rara que tanta me has mirado,
    la Muerte he estado alegre y ha cantado en su hueso.
    En esta noche de setiembre se ha oficiado
    mi segunda caída y el más humano...

  • Amada: no has querido plasmarte jamás
    como lo ha pensado mi divino amor.
    Quédate en la hostia,
    ciega e impalpable,
    como existe Dios.

    Si he cantado mucho, he llorado más
    por ti ¡oh mi parábola excelsa de amor!
    Quédate en el seso,
    y en el mito inmenso...