• A un viejo inquisidor es presentada
    una hermosa mujer, que de hechicera,
    sin más motivo que la envidia fiera,
    ante su tribunal fue delatada.

    Al tenor de los cargos preguntada,
    los niega todos. Mas con voz severa
    la comprimía el juez de tal manera
    que la infeliz mujer, ya sofocada:

    —-Ilustrísimo, dice, esto es lo fijo;
    yo de...

  • Tenía una doncella muy bonita,

    llamada Mariquita,

    un viejo consejero

    que en ella por-entero,

    cuando se alborotaba

    su cansada persona, desaguaba

    con tal circunspección y tal paciencia

    como si a un pleito diese la sentencia.

    Era de este señor el escribiente

    un mozuelo entre frailes educado,

    como ellos suelen ser, rabicaliente...

  • Un tejedor tenía

    de poca edad dos niños inocentes

    con los cuales dormía,

    por ser tan corto en bienes de fortuna

    que no había más cama ni más cuna.

    Una noche de frío

    se arrimó a la parienta su pariente

    por gozar del estío,

    pues a todo casado se permite

    que cuando tenga frío se lo quite.

    Empieza la tarea,

    y tan a pecho...

  • En todos los tiempos hubo algún amante
    (nota que solamente digo "alguno")
    que pudo ser tenido por constante;
    pero en cuanto a ser fieles,
    preciso es confesar que no hay ninguno.
    Es desconsolador, triste, aflictivo,
    mas si no se hace adrede con pinceles
    en todo el universo hallarás uno.
    Se puede aconsejar el paliativo
    de atarse...

  • Un joven arriscado

    de una soltera estaba enamorado

    y el tiempo que a su lado estar podía

    el dedo la metía

    para saciar de amor su ardiente llama

    sin que pierda su fama,

    y ella, en tanto, la mano deslizando

    por bajo de la capa

    (que es quien urgencias semejantes tapa),

    manejándole aquello, cariñosa,

    le sacaba la savia pegajosa...

  • Un zagalón del campo,

    de estos de «Acá me zampo»,

    con un fraile panzón se confesaba,

    que anteojos gastaba

    porque, según decía,

    de cortedad de vista padecía.

    Llegó el zagal al sexto mandamiento,

    donde tropieza todo entendimiento,

    y dijo: -Padre, yo a mujer ninguna

    jamás puse a parir, pues mi fortuna

    hace que me divierta...

  • Un gordo capuchino confesaba

    a una sierva de Dios que se quejaba

    de un panadizo fiero que tenía

    en un dedo ya mucho tiempo hacía,

    el cual, sin mejorarse con ungüentos,

    cada vez le causaba más tormentos.

    El fraile, de su mal compadecido,

    la dijo: -Hermana, tenga por perdido

    el tiempo que se aplica

    asquerosos emplastos de botica,...

  • El joven Melibeo
    guiaba su rebaño
    por la frondosa orilla
    de cierto río tortuoso y claro.
    Al pie de una alta haya, 5
    en el sombrío campo,
    se sienta, y le rodea
    paciendo mansamente su ganado.
    En el cantar, maestro,
    y en la zampoña, sabio, 10
    sus versos pastoriles
    entona diestramente acompañado.
    Mirlos y...

  • En lo interior del África buscaba
    un joven viajero
    cierto pueblo en que a todos se hospedaba
    sin que diesen dinero;
    y con esta noticia que tenía
    se dejó atrás un día
    su equipaje y criado,
    y, yendo apresurado,
    sediento y caluroso,
    llegó a un bosque frondoso
    de palmas, cuyas sendas mal holladas
    sus pasos condujeron
    al pie...

  • Compró un turco robusto
    dos jóvenes esclavos, que un adusto
    argelino vendía.
    Los llevó a la mazmorra en que tenía
    otros muchos cautivos,
    y, cerrando la puerta,
    detrás de ella a escuchar se quedó alerta
    los modos expresivos
    con que los más antiguos consolaban
    a los recién venidos que allí entraban.
    Eran un andaluz y un castellano,...