• Aparta de tus ojos la nube perfumada
    que el resplandor nos vela que tu semblante da,
    y tiéndenos, María, tu maternal mirada,
    donde la paz, la vida y el páramo está.

    Tú, bálsamo de mirra; Tú, cáliz de pureza;
    Tú, flor de paraíso y de los astros luz,
    escudo sé y amparo de la mortal flaqueza
    por la Divina Sangre del que murió en la Cruz.

    Tú eres,...

  • Convaleciente de aquel mal extraño,
    para el que sólo tú sabes la cura,
    como un fugado de la sepultura
    me vio la tarde, fantasmal huraño.

    Segó mis dichas la Malaventura
    como inocente y cándido rebaño
    y bajo la hoz de antiguo desengaño
    agonizaba mi fugaz ventura...

    Cual destrenzada cabellera cana
    la llovizna ondeó tras la ventana...
    Y...