Cortó dorado estambre Átropos dura
Con el cuchillo, si violento, ufano,
Al milagro divino de lo humano,
Al compendio feliz de la hermosura.

¡Oh de la Parca mano más impura!
¡Oh de la Parca golpe más tirano!
Impura, pues manchó candor lozano,
Tirano,...

Cuando acaso se enciende el fuego ardiente,
Las cóleras de llamas vomitando,
Si aura poca respira un soplo blando,
Le fomenta las llamas blandamente.

De suerte que se aviva más luciente
En sus llamas hermosas; pero cuando
Aura mucha está soplos respirando,...

Cuando amorosas penas atesoro
En hermoso de incendios dulce encanto,
Con mil endechas lloro lo que canto,
Con mil lágrimas canto lo que lloro.

Prende el sueño mis penas, y no ignoro
Que me embarga las ansias de mi llanto,
Quizá porque en mi fe no llore tanto...

I
Cuando el desdén luminoso
De Anarda bella pondero,
Enamora con lo fiero,
Y maltrata con lo hermoso:
De suerte que en lo amoroso
De mal pagada firmeza,
Porque logre mi tristeza
Entre gloriosa ventura,
Hizo fiera la hermosura,
...

Cuando fulmina borrascoso el Cielo
Lluviosas armas del Diciembre impío,
Flechando al pecho con agudo frío,
Cerrando el día con nublado velo;

Cuando embarga con cándido desvelo
El hielo prisionero en pobre río,
Como la perla del gentil rocío
Nace el...

Cuando inflama escondido
El fuego en sus ardores repetido,
Sube la llama, y luego
Por los balcones se publica el fuego;
Si mi fuego me inflama,
Sube a los ojos la amorosa llama,
Y si a los ojos, cual balcón, se aplica,
Mi fuego muestra, y mi pasión...

Cuando las luces de tus ojos veo,
Se enciende mi deseo,
El corazón se inflama
De suerte pues, que en la amorosa llama,
Las que en tus ojos son luces vivientes,
Son en mi corazón llamas ardientes.

Cuentan de un sabio, que un día
tan pobre y mísero estaba,
que sólo se sustentaba
de unas yerbas que cogía.
«¿Habrá otro», entre sí decía,
«más pobre y triste que yo?»
Y cuando el rostro volvió,
halló la respuesta, viendo
que iba otro sabio...

Culpóme por agravios
(Por querer ser Abeja de sus labios):
Anarda esquiva, y luego
Hurtándole un clavel mi dulce fuego,
Le dije: Dueño hermoso,
Aunque no quieras tú, seré dichoso,
Besando del clavel porción tan poca,
Pues si beso el clavel, beso tu boca...

En que satisface un recelo con la retórica del llanto.

Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,
como en tu rostro y tus acciones vía
que con palabras no te persuadía,
que el corazón me vieses deseaba;
y Amor, que mis intentos ayudaba,
venció lo que...