• Aparta de tus ojos la nube perfumada
    que el resplandor nos vela que tu semblante da,
    y tiéndenos, María, tu maternal mirada,
    donde la paz, la vida y el páramo está.

    Tú, bálsamo de mirra; Tú, cáliz de pureza;
    Tú, flor de paraíso y de los astros luz,
    escudo sé y amparo de la mortal flaqueza
    por la Divina Sangre del que murió en la Cruz.

    Tú eres,...