• MÁS negros que la noche de mis penas;
    Más bellos que el amor y la poesía;
    Más ardientes que el sol que fecundiza
            Tu hermosa Andalucía.
    Fueran mortales, cual saeta aguda,
            Si Dios, con sabio celo,
    No los hubiera puesto en tu semblante
            Para mirar al cielo.

  • CREÍ que de la vida
    Lo peor, lo más negro, era la muerte;
    Pero he probado tantas amarguras
            Y penas tan crueles;
    De tal modo el dolor y el desengaño
            Me han perseguido siempre,
    Que he llegado á pensar que de esta vida
            Lo mejor es la muerte.

  • COMO rosada luz
    De matutino albor
    Que la extensión azul
    De súbito alumbró;
    Como el primer olor
    Del cándido jazmín,
    Así en mi corazón
    Siento el influjo de tu dulce .

    Como tras largo afán,
    Perdido en la extensión
    De proceloso mar,
    Sin rumbo ni timón,
    El náutico al fin cree

    La tierra descubrir,
    ...

  • VEN á gozar la fresca sombra
    Del álamo frondoso,
    Ven á gozar delicias á mi lado;
    Aquí de grama en la mullida alfombra
    Oirás el regalado
    Murmurio del arroyo presuroso.

    Ven á gozar: mil músicas suaves
    Escucharás, bien mío;
    El eco de paloma gemidora,
    El dulce trino de parleras aves,
    Y la canción sonora
    Que entone en mi amoroso...

  • SENTADO en un sillón en la ancha popa
            De alígero vapor
    Me arrulla el incesante clamoreo
    De las olas del mar que va rasgando
            La quilla con vigor.

    Acaricia mis sienes con sus alas
    Húmeda brisa que en las járcias vibra
            Con musical rumor,
    Y meciéndome el mar, como en la cuna
    El cuidadoso júbilo y los mimos...

  •  
    ¡QUÉ bella es! dulcísimos sus ojos,
            Miradas de paloma...
    La tez, como la aurora sonrosada
            Que por Oriente asoma...
    Como coral los labios, y la frente
            Serena como el lago
    Que no rizára nunca mansamente
    De juguetonas brisas el halago...

    Mórbido el seno, terso, alabastrino,
    ¡Nido de castidad, cuna tranquila...

  • ¡QUÉ lentas son las horas de mi tediosa vida,
    Qué amargos los instantes, ausente de mi amor!
    Desgárrase sin tregua mi dolorosa herida,
    Y vago cual la hoja marchita compelida
            Por rápido aquilón.

    Ya asome esplendorosa con mágica sonrisa
    Aurora en el Oriente con nubes de carmín;
    Ya sople adormecida la perfumada brisa,
    Ya preste melancólica...