• En la ciudad alegre y renombrada

    que riega, saltarín, Guadalmedina,

    empezó a padecer de mal de orina

    una recién casada

    de edad de veinte años,

    a quien vinieron semejantes daños

    de que su viejo esposo

    setentón lujurioso,

    por más esfuerzos que a su lado hacía

    y con sus refregones la impelía

    al conyugal recreo,

    jamás...

  • Señor don Juan, quedito, que me enfado.
    ¿Besar la cara? Es mucho atrevimiento.
    ¿Abrazos? ¡Ay Jesús!, no lo consiento.
    ¿Cosquillas? No las hay por ese lado.

    ¿Remangarme? ¡Ay, Juanito!, ¿y el pecado?
    ¡Qué malos sois los hombres!... Pasos siento.
    ¿No es nadie? Pues, bien, vaya en un momento;
    mas ¡cuidado!, no venga algún criado.

    ¡...

  • En un día muy festivo

    estaba una mercadera

    sentada en silla poltrona

    a la puerta de su tienda.

    Su postura era chocante

    porque tenía ambas piernas

    demasiado separadas,

    y así con razón se lleva

    la atención de los que pasan.

    Entre todos uno llega

    que le dice: -Señorita,

    cierre usté luego la puerta,

    que hoy no se...

  • La oración es voz del alma,
     Ya palabras lleve ó nó,
    De una llama que arde oculta
     Generosa vibración.

    Un suspiro que se exhala,
     Una lágrima de amor,
    La mirada que elevamos
    ...

  • Un cura y su criada en una aldea

    la noche de difuntos

    se calentaban juntos

    al fuego de una grande chimenea.

    La doncella era joven y graciosa

    tanto como inocente,

    y el cura un hombre ardiente,

    de barriga y gordura prodigiosa,

    porque siempre estos bienaventurados

    son de salud por el Señor colmados.

    Al ir al dormitorio,

    ...

  • Una soltera muy escrupulosa

    casarse rehusaba,

    y decía a su madre que pensaba

    que hacer la mala cosa

    aun después de casada era pecado.

    Un bigardón del caso fue informado,

    y, habiéndose en la casa introducido

    y hallándose querido,

    pidió a la niña luego en casamiento.

    Ella el consentimiento

    dio con la condición de que tres...

  • Iba a Jerusalén acompañada

    de su esposo una joven remilgada

    de carácter tan serio

    que, aparentando un sano beaterio,

    siempre que su marido la embestía

    inmóvil en la acción se mantenía;

    y él, creyendo que en ella

    duraba la vergüenza de doncella,

    su virtud respetando, trabajaba

    por entero la vez que la atacaba.

    Su...

  • ¡Gran Dios, cómo atormenta
    Con crueldad sin igual, el hombre al hombre!
    Ya con furia violenta
    Se arrastran al cadalso y a la hoguera;
    Ya con malicia refinada y lenta,
    Impiden la víctima que muera,
    Y, pues no quiere a discreción rendirse,
    Buscan cómo obligarla a maldecirse.

    ¿Y quién es el verdugo,
    Quién el juez sin piedad? ¿Un sacerdote...

  • En la Puerta del Sol, según costumbre,

    haciendo el corro andaba

    por la noche una moza

    que, aunque ya poca lumbre

    este oficio la daba,

    siempre la que lo ejerce en él se goza.

    Al dar una virada,

    se halló de cierto quidam abordada,

    que, pidiendo matute,

    acompañarla quiso complaciente;

    y ella, sin que en la paga le dispute,...