I
Apenados, sollozantes,
Ella y Él, no muy distantes
de hinojos, junto al altar,
están rezando anhelantes
a la Virgen del Pilar.
Mas, quién al verlos creyera,
que tan contrapuesto fuera
lo que cada uno le pide;
Él pide que Ella le quiera
y Ella pide que Él la olvide.
Y es que el buen mancebo adora
con pasión a...