• Noche. Este viento vagabundo lleva
    Las alas entumidas
    Y heladas. El gran Andes
    Yergue al inmenso azul su blanca cima.
    La nieve cae en copos,
    Sus rosas transparentes cristaliza,
    En la ciudad, los delicados hombros
    Y gargantas se abrigan;
    Ruedan y van los coches,
    Suenan alegres pianos, el gas brilla;
    Y, si no hay un fogón que le...

  • La tarde es lluviosa; del ramaje
    penden como harapos destrozados,
    los nidos de las aves enlutados
    como el pálido verde del follaje.
    Solo y silencioso aquel boscaje
    de plumeros verdosos y mojados,
    de áspides, de prados desolados,
    parece un escuálido paisaje.
    Donde se encierra la grandeza humana
    con todos sus achaques y certezas,...