• ¡Y tu pureza sufres que corrompa
    y empañe tu beldad frase extranjera,
    y te arrebate tu nativa pompa,
    Oh reina de las lenguas altanera!
    Más resonante que guerrera trompa,
    más manejable que la blanda cera,
    más dulce que la miel y la ambrosía,
    brillante como sol de mediodía!
    A abuela y madre los laureles niegas,
    pues con las prendas de las dos...

  • ¿Por qué estás triste, mujer?
    ¿Pues no te sé yo querer
    con un amor singular
    de aquellos que hacen llorar
    de doloroso placer?

    Crees que mi amor es menor
    porque tan hondo se encierra,
    y es que ignoras que el amor
    de los hijos de esta tierra
    no sabe ser hablador.

    ¿No está tu gozo cumplido
    viendo desde esta colina
    un pueblo...