• Me acuerdo siempre: era una tarde triste
    el sol se hundía entre las olas ya:
    y tú ya no te acuerdas? me dijiste
    que nunca te podrías olvidar.
    La brisa suspiraba tristemente
    sobre las aguas del dormido mar,
    y las sombras confusas de la tarde
    sobre ellas se apiñaban más y más.
    ¡Cuánto amor se leía en tu semblante!
    ¡Cuánta tristeza en tu...