• I
    Un año más en el hogar paterno
    celebramos la fiesta del Dios-niño,
    símbolo augusto del amor eterno,
    cuando cubre los montes el invierno
    con su manto de armiño.

    II
    Como en el día de la fausta boda
    o en el que el santo de los padres llega,
    la turba alegre de los niños juega,
    y en la ancha sala la familia toda
    de noche se...