• El cuerpo canta;
    la sangre aúlla;
    la tierra charla;
    la mar murmura;
    el cielo calla
    y el hombre escucha.

  • En un carro manchego

    caminaba una moza inocentona

    de gallarda persona

    propia para inspirar lascivo fuego.

    El mayoral del carro era Farruco,

    de Galicia fornido mameluco,

    al que, en cualquier atasco, daba asombro

    verle sacar mulas y carro al hombro.

    Un colchón a la moza daba asiento,

    porque el mal movimiento

    del carro algún...

  • Cierta noche aciaga, cuando, con la mente cansada,
    meditaba sobre varios libracos de sabiduría ancestral
    y asentía, adormecido, de pronto se oyó un rasguido,
    como si alguien muy suavemente llamara a mi portal.
    "Es un visitante -me dije-, que está llamando al portal;
    sólo eso y nada más."

    ¡Ah, recuerdo tan claramente aquel desolado diciembre!
    Cada...

  • Cupido está sentado sobre el cráneo
    De la Humanidad,
    Y sobre este trono el profano,
    Con risa desvergonzada,

    Sopla alegremente burbujas redondas
    Que suben en el aire,
    Como para alcanzar los mundos
    En el fondo del éter.

    El globo luminoso y frágil
    Toma un gran impulso,
    Estalla y escupe su alma sutil
    Como un sueño dorado.

    ...

  • En la crítica ocasión

    de estar ayudando a misa,

    le dio un terrible apretón

    a un muchacho con tal prisa

    que le puso en confusión.

    Volvió el pobrete la cara,

    y a otro rogó tiernamente

    que su lugar ocupara,

    y que en lance tan urgente

    aquella misa ayudara.

    -Es el diantre que no sé,

    dijo el otro. -No hay...

  • El mar decía a sus olas
    Hijas mías volved pronto
    Yo veo desde aquí las esfinges en equilibrio sobre el alambre
    Veo una calle perdida en el ojo del muerto
    Hijas mías llevad vuestras cartas y no tardéis
    Cada vez más rápidos los árboles crecen
    Cada vez más rápidas las olas mueren
    Los récord de la cabeza son batidos por los brazos
    Los ojos son...

  • ¡Para levantar un peso tan abrumador,
    Sísifo, sería menester tu coraje!
    Por más que se ponga amor en la obra,
    El Arte es largo y el Tiempo es corto.

    Lejos de las sepulturas célebres,
    Hacia un cementerio aislado,
    Mi corazón, cual un tambor enlutado,
    Va, tocando marchas fúnebres.

    —Más de una joya duerme amortajada
    En las tinieblas y el...

  • ¡Ay! que ya el alma conoce,
    por manifiestos indicios,
    que pronto el último sueño
    dormiré en el mármol frío;
    que, aunque del sabio piadoso,
    cual tierno padre solícito,
    aún no me lo dijo el labio,
    el rostro ya me lo dijo.
    En vano tal vez procura
    hacer con engaño pío
    que dé a la dulce esperanza
    en el corazón abrigo:
    que sus...