Hacia un ocaso radiante
caminaba el sol de estío,
y era, entre nubes de fuego, una trompeta gigante,
tras de los álamos verdes de las márgenes del río.
Dentro de un olmo sonaba la sempiterna tijera
de la cigarra cantora, el monorritmo jovial,
entre metal y madera,
que es la canción estival.
En una huerta sombría,
giraban los...
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Sangriento el sol corona la alta cumbre,
y mustio, al despedirse de la tierra,
se amortaja con sábanas de lumbre
y expira como un dios tras de la sierra!La tarde entorna los cansados ojos,
y al sucumbir, doliente y abrasada,
cual sobre inmensos almohadones rojos,
la cabeza reclina destrenzada.Y entonces Dios, enamorado de ella,
desde... -
Sobre la clara estrella del ocaso,
como un alfanje, plateada, brilla
la luna en el crepúsculo de rosa
y en el fondo del agua ensombrecida.
El río lleva un numeroso acento
de sombra cristalina
bajo el puente de piedra, ¡Lento río
que me cantas su nombre, el alma mía
quiere arrojar a tu corriente pura
la ramita más lenta y más florida,...