• I

    Yo soy flor que se marchita
    al sol de la adversidad,
    el arbolito en mitad
    de la llanura infinita.
    La paloma pobrecita
    que arrastran los aquilones,
    entre oscuros nubarrones
    de tempestades airadas,
    soy la barca abandonada
    en el mar de las pasiones.

    II

    ...

  • Para templar el calor
    de la estación y la edad,
    me abandonas sin piedad,
    mi hechizo, mi único amor.
    Te engañas, porque el ardor
    de un alma fina y constante,
    si está de su bien distante,
    crece en el agua, en la nieve,
    y sólo templarse debe
    en el seno de un amante.

    Ven, pues, dulce amiga, luego,
    que tú eres la sola fuente
    ...