• Todo te cubre de la muerte el hielo:
    vanos ya los esfuerzos son del arte
    de médicos humanos, y salvarte
    sólo pudiera el Médico del cielo.
    Conozco en el instante de perderte,
    cuánto a ti estaba mi existencia unida,
    y el amor que durmiendo estaba en vida
    se despierta ardoroso con tu muerte.
    Pronto, rotas del cuerpo las lazadas,
    y libre de lo...