Del África abrasada en las arenas,
de la Siberia en el perenne hielo,
en la sierra, en el llano,
del polo al ecuador; con larga mano,
cual las estrellas pobló su vasto cielo,
así los espació Dios Soberano
por toda la ancha faz del grande suelo.
Nacen doquier. En número sin cuento
la tierra los engendra y alimenta;
su tronco se levanta al...