Érase una vez, como en un cuento,
Érase como si nunca pasó,
De un linaje imperial nacida,
Una princesa bellérrima.
Y era la única hija,
Soberbia en cualquier cosa,
Como la Virgen es entre los santos
Y la Luna entre las estrellas.
Desde la sombra de las magnificas bóvedas,
Ella dirige sus pasos
Hacia la ventana, donde en la esquina...