• Todos los ojos
    estaban abiertos
    frente a la soledad
    despintada por el llanto.

    Tin
    tan,
    tin
    tan.

    Los verdes cipreses
    guardaban su alma
    arrugada por el viento,
    y las palabras como guadañas
    segaban almas de flores.

    Tin
    tan,
    tin
    tan.

    El cielo estaba marchito.
    ¡Oh tarde cautiva por las...

  • Un año más. El sembrador va echando
    la semilla en los surcos de la tierra.
    Dos lentas yuntas aran,
    mientras pasan las nubes cenicientas
    ensombreciendo el campo,
    las pardas sementeras,
    los grises olivares. Por el fondo
    del valle, el río el agua turbia lleva.
    Tiene Cazorla nieve,
    y Mágina, tormenta;
    su montera, Aznaitín. Hacia Granada...