• Un libro quedó al borde de su cintura muerta,
    un libro retoñaba de su cadáver muerto.
    Se llevaron al héroe,
    y corpórea y aciaga entró su boca en nuestro aliento;
    sudamos todos, el hombligo a cuestas;
    caminantes las lunas nos seguían;
    también sudaba de tristeza el muerto.

    Y un libro, en la batalla de Toledo,
    un libro, atrás un libro, arriba un...