• Hay un país soberbio, un país de Jauja -dicen-, que sueño visitar con una antigua amiga. País singular, anegado en las brumas de nuestro Norte, y al que se pudiera llamar el Oriente de Occidente, la China de Europa: tanta carrera ha tomado en él la cálida y caprichosa fantasía; tanto la ilustró paciente y tenazmente con sus sabrosas y delicadas vegetaciones.

    Un verdadero país de Jauja,...

  • Mi niña, mi hermana,
    ¡Piensa en la dulzura
    De vivir allá juntos!
    Amar libremente,
    ¡Amar y morir
    En el país que a ti se parece!
    Los soles llorosos
    De esos cielos encapotados
    Para mi espíritu tienen la seducción
    Tan misteriosa
    De tus traicioneros ojos,
    Brillando a través de sus lágrimas.

    Allá, todo es orden y belleza,...

  • La mujer, entretanto, de su boca de fresa,
    Retorciéndose cual una serpiente sobre las brasas,
    Y estrujando sus pechos en la cárcel de su corsé,
    Dejó correr estas palabras impregnadas de almizcle:
    —"Yo, yo tengo los labios húmedos, y conozco la ciencia
    De perder en el fondo de un lecho la antigua conciencia.
    Yo enjugo todas las lágrimas sobre mis senos...

  • Conforme nos alejábamos del estanco, mi amigo iba haciendo una cuidadosa separación de sus monedas; en el bolsillo izquierdo del chaleco deslizó unas moneditas de oro; en el derecho, plata menuda; en el bolsillo izquierdo del pantalón, un puñado de cobre, y, por último, en el derecho, una moneda de plata de dos francos que había examinado de manera particular:

    «¡Singular y minucioso...

  • Tendremos lechos llenos de olores tenues,
    Divanes profundos como tumbas,
    Y extrañas flores sobre vasares,
    Abiertas para nosotros bajo cielos más hermosos.

    Aprovechando a porfía sus calores postreros,
    Nuestros dos corazones serán dos grandes antorchas,
    Que reflejarán sus dobles destellos
    En nuestros dos espíritus, estos espejos gemelos.

    Una...

  • ¿Cuántas veces tendré que sacudir mis cascabeles
    Y besar tu frente ruin, triste caricatura?
    Para acertar en el blanco, de mística natura,
    ¿Cuántos? ¡Oh carcaj mío! ¿Cuántos venablos perderé?

    ¡Consumiremos nuestra alma en sutiles complots,
    Y derribaremos más de una pesada armadura,
    Antes de contemplar la gran Criatura
    De la cual el informal deseo nos...

  • Es la Muerte que consuela, ¡ah! y que hace vivir;
    Es el objeto de la vida, y es la sola esperanza
    Que, como un elixir, nos sostiene y nos embriaga,
    y nos da ánimos para avanzar hasta el final;

    A través de la borrasca, y la nieve y la escarcha,
    Es la claridad vibrante en nuestro horizonte negro,
    Es el albergue famoso inscripto sobre el libro,
    Donde se...

  • «En verdad, querida, me molestáis sin tasa y compasión; diríase, al oíros suspirar, que padecéis más que las espigadoras sexagenarias y las viejas pordioseras que van recogiendo mendrugos de pan a las puertas de las tabernas.

    Si vuestros suspiros expresaran siquiera remordimiento, algún honor os harían; pero no traducen sino la saciedad del bienestar y el agobio del descanso. Y, además...

  • Mi pobre Musa, ¡ah! ¿Qué tienes, pues, esta mañana?
    Tus ojos vacíos están colmados de visiones nocturnas,
    Y veo una y otra vez reflejados sobre tu tez
    La locura y el horror, fríos y taciturnos.

    El súcubo verdoso y el rosado duende,
    ¿Te han vertido el miedo y el amor de sus urnas?
    La pesadilla con un puño despótico y rebelde;
    ¿Te ha ahogado en el fondo...

  • Oh, musa de mi corazón, amante de los palacios,
    ¿Tendrás tú, cuando Enero suelte sus Bóreas,
    Durante los negros tedios de las nevadas veladas,
    Un tizón para calentar tus dos pies violáceos?

    ¿Reanimarás, pues, tus hombros marmóreos
    En los nocturnos rayos que atraviesan los postigos?
    Sintiendo tu bolsa tan seca como tu paladar,
    ¿Recogerás tú el oro de...