Para ti mi pensamiento,
para ti mi corazón;
para ti, flor de tormento,
mi pasión.
Y que dos cercos violados
que a tus ojos hechizados
aureolan de suplicios,
viertan en mí, alucinados
maleficios.
Porcelana de ilusiones
tu palidez...
Me da claustrales visiones
tu languidez...
y tu labio purpurado
que has mojado...