• Ahí, tendido en la desierta arena,
    cual gladiador vencido,
    náufrago buque, con amarga pena
    contemplo rotos tu poder, tu gloria;
    y el mar sañudo, que a tus pies resuena,
    parece, al son de sus movibles olas,
    celebrar tu desastre y su victoria.

    ¿Quién lo temió cuando por vez primera,
    al viento dando las tendidas lonas,
    soberbia nave, el...