•  La enferma abrió los ojos cuando la hermana,
    que aún no ha descansado ni un solo instante,
    decía sus temores al practicante
    que pasa la visita de la mañana.

     Desde que la trageron ha rechazado
    sin contestar palabra, todo remedio,
    y por más que se...

  • Mi pobre Musa, ¡ah! ¿Qué tienes, pues, esta mañana?
    Tus ojos vacíos están colmados de visiones nocturnas,
    Y veo una y otra vez reflejados sobre tu tez
    La locura y el horror, fríos y taciturnos.

    El súcubo verdoso y el rosado duende,
    ¿Te han vertido el miedo y el amor de sus urnas?
    La pesadilla con un puño despótico y rebelde;
    ¿Te ha ahogado en el fondo...