•  Amada, estoy alegre: ya no siento
    la angustiosa opresión de la tristeza:
    el pájaro fatal del desaliento
    graznando se alejó de mi cabeza.

     Amada, amada: ya, de nuevo, el canto
    vuelve a vibrar en mí, como otras veces;
    ¡y el canto es hombre, porque...