Estando triste, seguro,
mi voluntad reposaba,
cuando escalaron el muro
do mi libertad estaba.
A escala vista subieron
vuestra beldad y mesura,
y tan de recio hirieron,
que vencieron mi cordura.
Luego, todos mis sentidos
huyeron a lo más fuerte,
mas iban ya mal heridos
con sendas llagas de muerte;
y mi libertad...