• Llegó la noche y no encontré un asilo,
    ¡y tuve sed...!, mis lágrimas bebí;
    ¡y tuve hambre! ¡Los hinchados ojos
    cerré para morir!

    ¡Estaba en un desierto! Aunque a mi oído
    de las turbas llegaba el ronco hervir,
    yo era huérfano y pobre... ¡El mundo estaba
    desierto... para mí!


    ...
  • ¿De dónde vengo..? El más horrible y áspero
    de los senderos busca:
    Las huellas de unos pies ensangrentados
    sobre la roca dura;

    los despojos de un alma hecha jirones
    en las zarzas agudas,
    te dirán el camino
    que conduce a mi cuna.

    ¿A dónde voy? El más sombrío y triste
    de los páramos cruza,
    valle de eternas nieves y de eternas
    ...

  • ¡Qué hermoso es ver el día
    coronado de fuego levantarse,
    y a su beso de lumbre
    brillar las olas y encenderse el aire!

    ¡Qué hermoso es tras la lluvia
    del triste otoño en la azulada tarde,
    de las húmedas flores
    el perfume beber hasta saciarse!

    ¡Qué hermoso es cuando en copos
    la blanca nieve silenciosa cae,
    de las inquietas llamas...

  • No sé lo que he soñado
    en la noche pasada;
    triste muy triste debió ser el sueño,
    pues despierto la angustia me duraba.

    Noté al incorporarme
    húmeda la almohada,
    y por primera vez sentí al notarlo
    de un amargo placer henchirse el alma.

    Triste cosa es el sueño
    que llanto nos arranca,
    mas tengo en mi tristeza una alegría...
    sé...

  • Al brillar un relámpago nacemos
    y aún dura su fulgor cuando morimos;
    ¡Tan corto es el vivir!

    La gloria y el amor tras que corremos
    sombras de un sueño son que perseguimos:
    ¡Despertar es morir!


    ...
  • ¡Cuántas veces al pie de las musgosas
    paredes que la guardan,
    oí la esquila que al mediar la noche
    a los maitines llama!

    ¡Cuántas veces trazo mi silueta
    la luna plateada,
    junto a la del ciprés que de su huerto
    se asoma por las tapias!

    Cuando en sombras la iglesia se envolvía,
    de su ojiva calada,
    ¡cuántas veces temblar sobre los...

  • No dormía; vagaba en ese limbo
    en que cambian de forma los objetos,
    misteriosos espacios que separan
    la vigilia del sueño.

    Las ideas que en ronda silenciosa
    daban vueltas en torno a mi cerebro,
    poco a poco en su danza se movían
    con un compás más lento.

    De la luz que entra al alma por los ojos
    los párpados velaban el reflejo;
    pero...

  • Primera voz
    Las ondas tienen vaga armonía,
    Las violetas suave olor,
    brumas de plata la noche fría,
    luz y oro el día;
    yo algo mejor:
    ¡yo tengo Amor!

    Segunda voz
    Aura de aplausos, nube rabiosa,
    ola de envidia que besa el pie.
    isla de sueños donde reposa
    el alma ansiosa.
    ¡dulce embriaguez
    ...

  • Cerraron sus ojos
    que aún tenía abiertos,
    taparon su cara
    con un blanco lienzo,
    y unos sollozando,
    otros en silencio,
    de la triste alcoba
    todos se salieron.

    La luz que en un vaso
    ardía en el suelo,
    al muro arrojaba
    la sombra del lecho,
    y entre aquella sombra
    veíase a intérvalos
    dibujarse rígida
    la forma...

  • Las ropas desceñidas,
    desnudas las espadas,
    en el dintel de oro de la puerta
    dos ángeles velaban.

    Me aproximé a los hierros
    que defienden la entrada,
    y de las dobles rejas en el fondo
    la vi confusa y blanca.

    La vi como la imagen
    que en un ensueño pasa,
    como un rayo de luz tenue y difuso
    que entre tinieblas nada.

    Me...