• ¡Cuánto de lo que fuiste eres diverso!
    Ya del celeste Emperador privado,
    a las dulzuras de tu ardiente verso
    el sumo oído suspender fue dado:
    hoy te oprime el destino mas adverso
    y el más abyecto miserable estado:
    que, en la balanza del Señor medida,
    iguala a tu grandeza tu caída.
    Tú fuiste la más bella criatura
    que animó la largueza...