¿Nunca de blanda paz y de consuelo
gozaré algunas horas? ¡O terrible
necesidad de amar!... Del Océano
las arenosas y desnudas playas
devoradas del sol de medio día
son imagen terrible, verdadera
de mi agitado corazón. En vano
a ellas el padre de la luz envía
su ardor vivificante, que orna y viste
de fresca sombra y flores el otero.
...