¡Qué dulces pasan los días
a tu lado, Magdalena!
quién consolará mi pena,
¿cuando tú no estés aquí?
Prométeme no olvidarme
en tierra alguna lejana,
que yo te prometo, hermana,
nunca olvidarme de ti.
Si alguna vez me olvidaras,
el dolor me mataría,
y sin tu amor, alma mía,
No podría vivir, no:
En ta amor está mi vida,...